domingo, 13 de mayo de 2012

Sacristía de los Recaudos (20)

También llamada en 1741 sacristía del Punto, estaba destinada a prevenir todo lo necesario para la celebración de las misas que se decían en el altar de San Sebastián, próximo a este lugar. Recibían el nombre de Punto las misas cortas o rezadas que en él se celebraban, en contraposición a las del coro y capellanías que eran cantadas.
Con el de “recaudos” se le venía llamando desde el s. XV. Por ello, era uno de los lugares más concurridos a diario de la Catedral, ya que las misas “se dizen en número asaz crescido” (1513). Se contabilizaban hasta un total de 9.000 misas al año, es decir, unas 25 misas diarias desde el alba a mediodía, cuyos ornamentos, cálices, patenas y formas se preparaban en esta sacristía. El consumo de vino era de dos arrobas mensuales.

Las bóvedas de nervios – gótica una y de lazos la otra- que la cubren fueron hechas en 1520 por Hernán Ruiz I.

No tiene ningún sentido histórico haber denominado “puerta del Chocolate” a la antigua puerta de la Cámara del tesoro que abría a esta sacristía. Nunca, allí, se tomó chocolate alguno, aunque F. Hernández la titulara “cuarto del Chocolate”. Sobre el arco califal abierto por Almanzor puede verse un escudo del obispo don Iñigo Manrique (s. XV), que recuerda, sin duda, alguna intervención hecha durante su pontificado.

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