domingo, 13 de mayo de 2012

Capilla de Nuestra Señora de la Concepción (5)

El solar que ocupa esta capilla estuvo reservado desde la Edad Media para baptisterio de la collación de la Catedral, y a ello se dedicó hasta 1679.

De su cerramiento original solo queda la celosía mudéjar de yeso con puerta a la capilla de san Antón. Esta capilla, dedicada a la Purísima Concepción de la Virgen María, fundada por el obispo fray Alonso de Medina y Salizanez (1675-85) en función de mausoleo episcopal, será también exponente de la devoción de sus familiares a este misterio.

Comenzado el proyecto en 1679, pudo celebrarse su inauguración en 1682. Su construcción afectó al muro de fachada. El recinto se compone de la capilla propiamente dicha y de la antecapilla.

Se accede a ésta por un gran arco en piedra ornado con puntas de diamante que obligó a suprimir dos arcos y una columna de la antigua mezquita de Abd al-Rahman I. La antecalilla se cubre con una media naranja adoranada con pinturas atribuidas a Juan de Alfaro en la que se representa una gloria presidida por el Espíritu Santo en torno al cual se mueven angelitos que sostienen en sus manos los símbolos marianos y el nombre de María. En las pechinas, los cuatro Evangelistas con sus nombres en cartelas, de excelente factura y colorido. Los paramentos con ventanas fueron revestidos igualmente con pinturas y fondos arquitectónicos. En ellos aparecen San Francisco de Asís y San Antonio de Padua. En la cornisa: “Tota pulchra es María”.

En el pavimento de la antecalilla, tres laudas sepulcrales de los obispos don Juan Alfonso y Albulquerque, don José P. Pozuelo y Herrero, y don Manuel Fernández-Conde. Próxima a la grada del acceso a la capilla, una lápida en mármol azul de los arcedianos Medina Requejo, Medina y Ayuda, y Medina y Corella.

En la antecapilla, una gran hornacina para albergar una pila de agua bendita, y sobre ella una pintura al óleo que representa a San Acisclo, de Antonio del Castillo, pintado en competencia con Cristóbal Vela para ver quién de los dos realizaba los cuadros del retablo mayor del crucero. Presenta un dibujo firme y seguro, una pincelada fuerte y una gama cromática densa.

La capilla se abre con portada de mármol rojo de Cabra y arco de medio punto, y sobre ella una imagen en piedra de la Concepción coronada. Se cierra con una reja con montaje semicircular de barrotaje radial tupiendo el arco. Está firmada en el cerrojo por Pedro León en 1682 y fue hecha en Córdoba.

Su interior es de una gran riqueza, destacando la cúpula con decoración radial que descansa sobre un potente arquitrabe.

El retablo es también obra de Melchor de Aguirre, con quien se firmó contrato en 1680. Las imágenes de la Purísima Concepción, San José y Santa Ana son del escultor Pedro de Mena. El sagrario en mármol es de 1949 y se labró por Rafael García Rueda. En los paramentos laterales, encuadradas en dos hornacinas adelantadas, las figuras orantes del obispo fundador y de San Idelfonso, arzobispo de Toledo. En el capillo de la capa pluvial del obispo está labrado su escudo episcopal, y en las cenefas aparecen San Juan Evangelista y San Andrés. En el capillo de la del santo arzobispo, la imposición de la casulla por la Virgen María. En el pavimento de la capilla se encuentra la inscripción sepulcral, coronada con busto de perfil, de don Adolfo Pérez Muñoz' obispo de Córdoba, obra de Amadeo Ruiz Olmos.

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